Me despierto, ella está con la ropa que estaba cuando llegué agachada recogiendo un libro. Ahora estoy con energías, descansado, podríamos tirar de nuevo pienso. Me levanto, la beso con fuerza, la toco como ella lo hizo conmigo. No resulta, ella está distante, siempre cuando pasa esto, insisto, pero esta vez no lo quiero hacer, nunca resulta, no entiendo, siempre y digo siempre, considerando las veces que lo he dicho en esta frase y lo agresivo que es, que es como si uno tirara mucho se fuera a enfermar, se fuera a destruir algo, nos fuéramos a separar, es como si fuera algo indebido, ilícito, de mal gusto, inadmisible, riesgoso, bueno, no lo sé. Ella baja a buscar algo para tomar y yo en la cama enciendo la televisión. Repaso los canales sin mucho entusiasmo y la dejo en el informativo de las nueve. Veo un par de asaltos a casa cuicas, un par de incidentes menores y el hueveo que arma el presidente recién electo. En el lugar del fútbol la cambio ipso facto, no me gusta el fútbol, respeto a los que hacen desmanes en el estadio, cabros que vibran, sudan y lloran por su equipo. Esta bien, me parece bien que sea un carnaval y violento. Aunque preferiría que se juntaran las barras e hiciéramos más desmanes en otros lugares. Pero bueno, hay hueones que van a la disco, estos locos van al estadio y yo hago lo que puedo.
Mi socia sube con comida y cerveza. Parece que será una noche de casados, pero yo sigo pensando en la ropa que trae puesta y lo que lleva abajo



D.


varias personas alrededor del mundo me hablan de que leen esta miseria de blog,
a ellos, espero su opinión, ahora si tiene o no blog, puede escrirme y desbaratar mi ego.

dirigirse a alguien desde acá es por lo menos extraño, más si no sabes a quien.
lea, apague la tele, el computador y queme neumáticos.

en una hora más me despierto.