Monday, May 05, 2008



VII

Que lindos se ven desde acá los fuegos artificiales, alcanzo a ver el puerto, Viña, Con Con y Reñaca al parecer. Estoy muy contento, hoy la he pasado bien, hemos estado dando vueltas por Valparaíso solos, tomando cerveza, comiendo, riéndonos, mirándonos y buscando besos. Esto era lo que quería, era exactamente lo que quería, nos vamos a quedar en un hotel donde se ve el puerto y lo cerros. Esto realmente me tiene feliz, ella es la que quiero más que nada en el mundo, casi nos vamos a Europa juntos, pero voy solo. No importa, voy a ir donde ella ya ha ido y me voy a acordar de todo para traérselo en unos besos monumentales. A pesar de todo lo que ha pasado, de mi carácter y el suyo, nos llevamos bien, es una relación intensa conmigo dispuesto a hacerla feliz. Ella me mira con sus ojos pequeños y medio cegatones buscando un abrazo. La abrazo y me siento reventando de felicidad. Le digo que se case conmigo y que tengamos un hijo, no estoy ebrio, se lo digo en serio y ella me cree. Al lado esta la que me dejó por una mujer, ahora es mi amiga, la quiero harto, siempre venimos a quedarnos a su casa en el puerto, todos nos llevamos bien, a mitad de año vinimos y nos quedamos con mi socio, su pareja y mi socia.

Tomamos champaña en la calle, paseamos, nos encontramos con amigos, nos reímos, conversamos, decidimos ir a la casa y poner música. Conversamos bastante, nos reímos, hay mucha gente que no conozco, pero bueno no me siento intimidado, más bien acogido, jugamos con los animales de la casa y nos sacamos millones de fotos. Mañana temprano nos vamos al hotel, trato de dormir luego porque ella ya lo hace, duerme tapada sobre mis piernas, la escucho respirar, le hago cariño y la sigo mirando. No sé que chucha haría sin ella. Yo converso con la gente que está en esa casa hasta que son pasado las nueve de la mañana, duermo un rato, y a las diez y media despierto a mi socia para emigrar, nos despedimos y quedamos de vernos.

Llegamos al hotel y no nos dejan pasar, es muy temprano, después de la una de la tarde nos pasarán la habitación. Damos un par de vueltas con la resaca viva, encontramos un perro y un gato, los inmortalizamos en fotos y la hago dormir un poco. Yo tengo el cuerpo malogrado, pero no me importa, esta ella, esta el puerto y vamos a estar juntos sin que nadie nos huevee. Finalmente nos pasan la habitación y entramos, felices, nos bañamos y nos acostamos arropados por el silencio. La beso y de a poco hacemos el amor, con el mar de testigo, de la mano, de a poquito, con cariño, con todos estos años de luchar para estar juntos, esas luchas hormigas para poder vernos de esta manera, nunca he estado tan feliz, tan tranquilo como hoy, es una sensación fuerte que me hace llorar de lo feliz que estoy. Me la como a besos y se duerme, la miro y duermo. Es mi princesa, mi gitana, mi morena, mi pequeña que duerme al lado sin ropa y la alumbra un pedazo del cielo.




Me despierto primero, la veo desnuda, con su cuerpo perfecto, moreno, cariñoso, tibio, suave, su pelo corto despeinado, liso, sus labios grandes, dientes alineados, ojos negros y su pecho mitad blanco y mitad moreno, con sus piernas mitad depiladas. Le beso el cuello, la despierto, le muerdo el cuello, bajo por su espalda y le beso todo. A pesar de la sed, aparece saliva y busco todos sus surcos. Donde empiezan las piernas aparece un hueso, lo beso, lo muerdo, bajo y me quedo un buen rato, bajo por sus piernas, llego a sus pies, pequeños, limpios y escurridizos. Ella busca dominar y hace algo parecido, de manera delicada, con su boca recorriéndome entero, con generosidad, con las manos por todos lados, buscando que esto dure lo más posible. Pienso en lo que está pasando, me siento bien, ella es preciosa, quiero una vida con ella, me queda poco para que se acabe la universidad y en Europa averiguo como hacer para irnos. Disfruto, me hago presente y ahora estoy dentro de ella. De a poco, despacio sintiendo el calor de ella, siento como se acalora su cara, se tapa los ojos y así nos la llevamos mucho rato, a pesar de los años que llevamos juntos hacer el amor siempre nos resulta bien. Ella llega al orgasmo varias veces y yo no quiero que termine, quiero que ella se relaje, que con el orgasmo se desgaje su cuerpo, que se desvanezca todo, es exactamente lo que más me gusta hacer, estar con ella. Seguimos durmiendo, me despierto, busco comida y la invito a bajar a comer. Comemos y subimos nos metemos a la cama, donde pasamos el mayor tiempo posible siempre. Vemos televisión, reímos y no me canso de mirarla.

Dormitamos, discutimos y decidimos comer en el hotel. Unos panes con palta y bebida. Nos da un poco de sueño y miramos el puerto. Me gustaría perderme con ella, no aparecer nunca más, raptarnos mutuamente y pedir de recompensa que nadie nos huevee. Abrigados miramos un rato los barcos y volvemos a acostarnos. Nos metemos a la cama, un par de caricias y a dormir. Mañana nos vamos, debemos descansar, con un beso yo me siento contento, ha sido mucha felicidad para alguien como yo.





me almuerzo las manos, hoy.

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