Pedazos de cotidiano, para después de almuerzo. Una especie de bajativo, cortito, que dirija tus pasos a la cama, para una siesta. Un letargo abrigado, donde se transpira de placer sin mover un dedo:


Ráscame la espalda

estírame la pata
que me dio un calambre

no seai asi
que me da pena

guárdeme tomatito

lo dejé arriba del éste
al lado del coso amarillo
que está dentro del clóset

No me ocupís las pantuflas
que después me las perdís

Voy a tener que echar veneno,
hay muchas hormigas

No se me caiga

Le traje un regalito

viste el diario?

compremos paltitas?


Ponte esa canción del Víctor Jara


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Podría estar toda la tarde, pero prefiero seguir comiendo galletas.


Alguien se le ofrece un cafecito?